FUENTE DE SANTA ELENA


Santa Elena da nombre a una fuente y a una de las calles del viejo Irun que no ha variado de nombre a lo largo del tiempo.

 

 

 

La fuente de Santa Elena. Comienzos del siglo XX.

(Archivo Municipal de Irun).

 

Cuenta Luis de Uranzu en uno de sus libros que el agua de esta fuente estaba considerada como la más exquisita para beber, aunque no tanto para fines culinarios, pues las etxekoandres decían que "no cocía bien los garbanzos"; y que las familias acomodadas acostumbraban ir a la fuente los días de mucho calor, provistas de vasos y "bolaos" para disfrutan de la sombra y fresquísima agua. ç

 

Si bien existen datos de diferentes obras llevadas  a cabo en 1561 y 1582 sobre una fuente existente en el mismo lugar, la fuente de Santa Elena fue reconstruida entre los años 1677-1679  y su aspecto era tal como la conocemos ahora.

 

Fue el maestro Juan Pérez de Urdanibia el encargado de construir el canal por donde discurrieran las aguas hasta la fuente, "utilizando  sebo, lana y otros aparejos" para "abetunar" el canal y evitar filtraciones.

La fuente fue de gran importancia para el núcleo de población que se instaló junto a la ermita y descargadero del mismo nombre.

Se cree que en ella se surtían de agua las embarcaciones de pequeño calado que se adentraban en Irun para transportar el mineral obtenido del coto minero de Arriturri.

Según el historiador local Antonio Aramburu, la Virgen que preside esta fuente es la del Carmen, patrona de los navegantes, y que el nombre de Santa Elena de debe únicamente a ubicarse en la antigua calle con ese nombre.

 

En 1646 nuevas e importantes obras se realizaron en la fuente, pero fueron las de 1677 con carácter definitivo, por un importe que alcanzó la notable suma de 29.804 reales de plata.

 

En aquellas fechas se inició, en los aledaños de la fuente, la construcción de un lavadero con piedras de Jaizkibel cargadas en gabarras, en las proximidades de la ferrería de Urdanibia, en Anaka.

 

Los cinco caños de bronce del lavadero fueron traídos de Hendaya, los mismos que, en el año 1719, con la entrada del ejército francés, fueron saqueados por los soldados como botín de guerra.

Fueron repuestos en mayo de 1722.

Las rejas de la entrada fueron colocadas en 1744.

En 1885 hubo en Irun una epidemia de cólera cuyo foco se inició en la fuente.

 

En lo que se refiere lavadero añadiremos que ha sido en ocasiones confundido con la fuente.

Para disipar dudas de que se trataba de dos construcciones distintas, la cita que en el año 1793 pudo leerse "que ninguna persona lave ropa dentro de la fuente de Santa Elena bajo pena de cuatro reales de vellón por cada vez, y con un día de cárcel".