PARADOR


 

A pesar de que nuestras páginas solo recogen historias relacionadas con Irun, no hemos podido resistirnos a reproducir parte del excelente trabajo de investigación llevado a cabo por Aitor Puche sobre el desaparecido Parador de Jaizkibel, que se encontraba en Hondarribia. 

 

 

 

Parador en el monte Jaizkibel.

 

 

Se  encontraba en lo alto de Jaizkibel. En la década de los cincuenta del siglo pasado la Diputación de Gipuzkoa empieza a preocuparse por el desarrollo turístico de la provincia, para ello se organizaron visitas culturales por diversos itinerarios, entre los que figuraba un recorrido por el Bidasoa-Baztan.

 

Dentro de aquel contexto, en 1954 se señala a Hondarribia como “destino turístico”. No es casualidad pues que los orígenes del ya desaparecido Parador de Turismo de Jaizkibel se remonten a aquel tiempo, coincidiendo también con la inauguración el actual Aeropuerto , del que dicho sea de paso, Irun fue promotor.

 

Para la construcción del Parador se tuvo que pedir permiso al general de la Junta de Defensa de los Pirineos Occidentales, dado el emplazamiento estratégico de aquel punto próximo a la frontera con Francia.

 

Lástima que el Parador provocó la destrucción de un dolmen y dos crómlechs durante las obras de su levante.

 

El Parador, ideado por el arquitecto José María Muñoz Baroja, se inauguró en agosto de 1955. El edificio se construyó en piedra llamada “berroqueña” (roca granítica de gran calidad y resistencia a las inclemencias meteorológicas, propia de la sierra de Guadarrama)

Se construyó con apariencia de fortaleza, como queriendo imitar las construcciones defensivas de la zona. Contaba con una superficie de 778 metros cuadrados, distribuidos en 3 plantas y una veintena de dormitorios en el proyecto inicial. Se abastecería del agua de uno de los varios manantiales naturales que afloran en el monte Jaizkibel.

 

Tuvo siempre la pega de estar bastante alejado de los focos poblacionales importantes del entorno y solo parecía dar beneficios en la temporada veraniega. Finalmente la Diputación optó por cerrarlo.

 

En 1995 dicho organismo foral propuso convertirlo en un centro especializado en turismo verde; pero la idea no prosperó. Hasta poco antes de su demolición total, solo se mantenía activo el bar de la planta baja, abierto exclusivamente los fines de semana y festivos hasta diciembre de 1998. Un año después se derribó.

 

El trabajo de Aitor Puche recoge un listado con los empleados que tuvo el Parador, encontrándose entre ellos su padre, Juan Puche, que trabajó de cocinero

 

En 1959, Bixen Iturria, fue "botones uniformado" en el parador, siendo administradores Pedro Tellechea y su esposa Margot, y jefe de cocina Jesús Heriz, acompañado de Cláudio y Segundo Delgado, que durante muchos años, estuvo al frente del restaurante Arano.