DILIGENCIAS


 

Antes de que se implantara el ferrocarril, la forma que las personas tenían para recorrer largas distancias entre Irun y otras localidades, era por medio de las diligencias.

 

 

 

El transporte de mercancías se hacía en ‘galeras’, carruajes tirados por mulas, como el de la foto.

Está tomada al comienzo de la actual calle Fueros, a comienzos del siglo XX.

(Archivo Municipal de Irun)

 

El primer servicio de diligencias entre Madrid e Irun se inauguró en 1789. No fue un servicio regular y duró solo unos meses.

 

Escritores de la época dejaron constancia del paso por Irun de conocidos personajes llegados en diligencias.

En 1840 Alejandro Dumas descansó en la plaza de San Juan, procedente de París. Así lo indica en su libro “De París a Cádiz”.

En 1843 llegó a Irun Victor Hugo en un vehículo de la “Cía. de las Diligencias Peninsulares” tirado por ocho mulas.

 

Es que Irun era una etapa con posta. Las casas de postas eran paradas oficiales concedidas por el gobierno, donde se detenían a descansar o cambiar caballerías.

También como punto de partida,  como la citada  línea Irun-Madrid, con salida desde la plaza de San Juan. El recorrido tenía una duración aproximada de quince días.

Para implantar un sistema de transporte en diligencia era fundamental contar con caminos aptos para la circulación de carruajes.

Duraban poco tiempo en buen estado y en invierno se volvían casi intransitables en muchos tramos.

 

Había diligencias de diferentes tamaños. En las más habituales cabían holgadamente hasta nueve viajeros, tres en la berlina y seis en el interior.

Las de mayor porte, tiradas por hasta diez mulas, doblaban incluso  el número de pasajeros.

La responsabilidad del viaje recaía sobre el conductor, un mayoral, en ocasiones un postillón encargado de los enganches y algún zagal. Dependiendo de la importancia de los viajeros, los más acaudalados se hacían custodiar por dos escopeteros armados de trabucos.

Los relevos de tiro se hacían cada aproximadamente 30 kilómetros.

 

 

Diligencia sobre gabarras atravesando el río Bidasoa.

(Archivo Municipal de Irun).

 

 

Fuente:

“Un pueblo en la frontera” (Luis de Uranzu).