TEMBLORES


 

 El Instituto Geográfico Nacional (IGN) tiene constancia en sus archivos de 61 temblores con epicentro en territorio vasco desde el siglo XIX.

 

 

Antiguo sismógrafo. Año 1909.

 

El primero registrado en Irun fue el 11 de marzo de 1828, y tuvo intensidad IV, lo que supone que fue un meneo considerable, pero sin causar daños.

 

El que produjo gran alarma en Irun y Hondarribia fuel que tuvo lugar en la madrugada del día15 de septiembre de 1912.

Según información que recogida en un ejemplar del semanario “El Bidasoa” (12-III-1960), el seísmo se sintió a la misma hora en Bayona.

 

Revisando hemerotecas hemos encontrado innumerables reseñas referidas a temblores de tierra que pudieron sentirse en Irun:

 

A las 11 de la noche del 13 de agosto de1967, dos movimientos sísmicos encendieron la alarma. (5,5 escala de Ritcher) con epicentro en Oloron población francesa a unos 140 km. de Irun. Cerca de allí, en Arette, se derrumbó parte de la torre de la iglesia, cayendo la campana. En aquella localidad falleció un hombre al quedar sepultado bajo los escombros de la casa donde vivía. A este lado de los Pirineos, Irun incluido, el balance fue negativo.

 

 

 

Página de "El Diario Vasco" dando cuenta de los temblores de agosto de 1997.

 

El 30 de agosto de 1997 hay registrados otros movimientos, con epicentro en Azpeitia,  donde se vivieron momentos  de pánico a las 6 de la mañana.  Aunque levemente, también fueron sentidos en nuestra ciudad.

 

Que nosotros sepamos, ninguno de los mencionados temblores produjo en Irun daños materiales, a lo sumo algunos heridos leves por caídas y contusiones a consecuencia de la precipitación por abandonar las viviendas en evidente estado de nerviosismo.

 

 

 

Para determinar la intensidad de un terremoto, existe un mecanismo algo más subjetivo que la rigurosa escala de Richter que mide la magnitud. Un nivel III supone que el temblor, sin llegar a provocar daños, se siente en los edificios, oscilan objetos y una persona tumbada podría notar cierto balanceo. Un nivel IV tampoco provoca desperfectos pero es capaz de despertar a quienes están durmiendo.