LEYENDAS DE LA VIRGEN DEL JUNCAL


Según los historiadores la imagen de la Virgen se encontró hacia el año 1400 entre los juncales que por aquel entonces ocupaban el mismo lugar en el que se encuentra hoy en día la iglesia.

 

 

Producto, sin duda, de la imaginación del artista, aparece en el dibujo un gran navío, cuyo acceso a la zona resultaría imposible por su calado.

 

Por el lugar en el que fue hallada se la bautizó con el nombre de la Virgen del Juncal.

Sobre el modo en que la imagen llegó al paraje existen varias teorías.

 

Algunas afirman que la trajeron los vascos que participaron en las Cruzadas o que pudo desprenderse del mascarón de proa de algún galeón al maniobrar en el estrecho "puerto" de Santiago.

 

 

 Reproducción del mascarón de proa de un navío.

Para ilustrar la leyenda bastaría con cambiar la imagen.

 

En la segunda mitad del siglo XV se produjo un gran aumento de población en la Universidad de Irun-Uranzu, por lo que se decidió agrandar la pequeña iglesia existente en el alto de Beraun.

 

La leyenda cuenta que junto a la iglesia de Beraun se fueron amontonando los materiales necesarios para la ampliación, pero por las noches misteriosamente aparecían en el juncal, donde un siglo atrás había sido encontrada la imagen de la Virgen.

 

Para evitar ésto una persona hizo guardia con la mala fortuna de quedar ciego mientras que en el juncal aparecían piedras de gran tamaño y pesadas vigas.

Ante estos supuestos poderes sobrenaturales que determinaban el punto fijo donde se debía edificar la iglesia, se construyó un edificio de nueva planta en el sitio que hoy conocemos y se desistió de ampliar la vieja iglesia.