ENKANTIA

 

 

Hay en Irun una calle con el curioso nombre de ‘Enkantia’.

Se trata de una palabra en euskera que podría traducirse como concurso o licitación, de la cual no ofrece repuesta alguna la Real Academia de Lengua Vasca (Euskaltzaindia).

 

 

Mercado de ganado.

 

Urgando en otras fuentes hemos logrado encontrar el significado que nuestros antepasados ganaderos daban a ‘Enkantia’.

 

Referido a Irun era el nombre que se daba a las subastas de ganado en las que se solía pujar por reses con alguna “deficiencia” que mermaba su valor, sin que hayamos podido averiguar el tipo de defecto que podían presentar los animales.

 

No confundir con las subastas de reses llamadas mostrencas; aquellas cabezas de ganado que en cualquier número y sin dueño conocido se encontraban en el campo, en las poblaciones, en las vías pecuarias o en otro sitio público abandonadas y que los ayuntamientos recogían para luego venderlas al mejor postor.

 

Evidentemente eran otros tiempos en los que los certificados sanitarios apenas existían, permitiendo el sacrificio de todo tipo de reses para consumo humano, con la única condición de que los animales ingresaran por su propio pie en los mataderos.

 

Más tarde se impuso la obligatoriedad de que todas las reses debían ser sacrificadas en el matadero de Irun, las cuales previamente debían ser inspeccionadas por el llamado “regidor semanero”.

 

Además, todas las cabezas de las reses sacrificadas, exceptuados los sesos, debían ser entregadas gratuitamente a la casa de Beneficencia para los pobres de la villa.

 

 

 

Tiempos en los que los contratos se cerraban con un apretón de manos.